Una mañana de domingo
Una mañana de domingo de octubre
con su cielo gris y plomizo
en Costa de Morte meditando me encontraba
cuando una gaviota discreta
se posó en el suelo.
Sus mansos ojos me imploraron
que llenara el vacío de las olas
con el susurro de mi voz.
No encontré las palabras
que tan pacífica gavina requería
y como el cuervo de Poe
Dije:
“Nunca más”
La pena de mi promesa
nublaron sus ojos
y el mar palpitó con el recuerdo
y Dios , volviendo su mirada
hacia la gaviota y hacia mí,
nos hizo gozar del espectáculo
Fue un momento entre ella y yo
entre sus ojos y los míos
entre el murmullo de las aguas
entre el silencio y su Creador
y, no fue un adiós
ni una despedida
Fue un ...
“Nunca más”.
Gloria Bruno
Malpica-Costa da Morte-, 30 de octubre 2005
Libro: Gritos y silencios
Editorial Alfasur